La energía eólica es aquella que utiliza la fuerza del viento para producir energía eléctrica, mediante aerogeneradores que mueven una turbina, se convierte la energía cinética en mecánica. Esta energía proviene de una fuente renovable, por lo que las emisiones de C02 son muy bajas.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (SENER), la capacidad instalada, es decir, la máxima potencia de las centrales eólicas en México registradas en el 2021 fue de 8,861.575 Megawatts (MW).
En México sólo se cuenta con nueve estados productores de energía eólica, siendo Oaxaca el principal generador, en el año 2021 registró 2,749 MW, que equivale a 10% de la producción total del país. En menor medida, los estados de Tamaulipas, Jalisco, Nuevo León, Chiapas, Baja California, San Luis Potosí, Sonora y Quintana Roo también cuentan con centrales eólicas.
A nivel mundial, México no figura dentro de los principales países que utilizan el viento para fines energéticos. De acuerdo con el informe del Global Wind Energy Council, China es el principal generador, en 2020 contaba con una capacidad instalada de 4278,324 Megawatts (MW), seguido de Estados Unidos, Alemania e India, cuya capacidad instalada es de 122,275 MW, 55,122 MW, y 38,625 MW, respectivamente. La capacidad instalada de México es de 6,789 MW.
En los últimos años, la energía eólica se ha convertido en una fuente cada vez más importante de producción de electricidad, y 2021 no es una excepción. Según datos recientes, la cuota de producción de electricidad a partir de energía eólica en 2021 ha seguido creciendo, marcando otro hito en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
En muchos países del mundo, la energía eólica ha ido en aumento durante varios años, y esta tendencia no muestra signos de desaceleración. Esto se debe a varios factores, como el aumento de la inversión en energías renovables, la mejora de la tecnología de los aerogeneradores y la creciente concienciación sobre la necesidad de reducir las emisiones de carbono y luchar contra el cambio climático.
Uno de los países que ha estado a la vanguardia de la revolución de la energía eólica es Dinamarca, que ha sido líder en la producción de energía eólica durante décadas. En 2021, Dinamarca generó más de la mitad de su electricidad a partir de energía eólica, un hito significativo que subraya el compromiso del país con las energías renovables.
Otros países también han logrado avances significativos en el aumento de su cuota de producción de electricidad a partir de energía eólica. En Estados Unidos, por ejemplo, la energía eólica representó casi el 8% de la generación total de electricidad en 2021, frente a poco más del 1% en 2007. En la India, la energía eólica representaba más del 10% de la capacidad total instalada del país en 2021, lo que la convertía en uno de los mayores productores de energía eólica del mundo.
Durante los próximos 24 años se espera en México una inversión de 2 mil millones de dólares anuales para la producción de energía eólica, con esta cifra se prevé que el viento será la principal fuente de energía renovable en nuestro país en el año 2033. El crecimiento de energía eólica en México se frenará a partir del 2022. México llegará a una capacidad instalada de 7mil 800 megawatts eólicos al cierre del 2021, lo que implicará un incremento anual de 9%, con un aumento máximo de 700 megawatts que entrarán en operación a lo largo del año .
En marzo de 2021, México contaba con 8,128 megawatts (MW) de capacidad instalada de energía eólica[2][1]. Oaxaca era el estado con mayor capacidad instalada en ese momento, con más de 2,7 gigavatios (GW)[2]. Otros estados con importante capacidad eólica son Tamaulipas y Nuevo León[2].
México tiene un sector eléctrico en rápido crecimiento, con un aumento medio de la demanda del 1,6% anual desde 2000[4]. El país cuenta con amplios recursos eólicos y va camino de convertirse en líder regional en energía eólica[3]. México fue uno de los primeros en adoptar la tecnología de la energía eólica, inaugurando su primer parque eólico en 2009[3]. El Departamento de Energía de EE.UU. estima que el potencial eólico nacional de México asciende a 3.670 GW[3].
México está aumentando rápidamente su producción de energía eólica y ha alcanzado la cifra récord de 8,3 GW de capacidad instalada en 2021[3]. Esto coloca a México en el séptimo lugar a nivel mundial en producción de energía eólica[1]. La producción eólica del país ha aumentado significativamente en la última década, con un incremento del 136% durante los tres primeros años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)[3]
En México operan varias empresas de energía eólica, entre ellas Siemens Gamesa Renewable Energy SA, General Electric Company, Vestas Wind Systems, Acciona SA, EDF Renewables Inc, Enel SpA y Nordex Group[6][8][9]. Estas empresas han participado en el desarrollo de proyectos de energía eólica en todo el país desde 2009[7][10].
México cuenta con 3.175 aerogeneradores instalados en 69 plantas de energía eólica repartidas en 15 estados[13], y la disponibilidad de viento en el país es alta, con algunas zonas en el sur produciendo velocidades medias de viento de más de 10m/s[12]. Si se desarrolla todo su potencial, la industria de la energía eólica de México podría proporcionar miles de puestos de trabajo en la construcción y explotación de varios sectores[11] Sin embargo, expertos advierten que de continuar la falta de claridad legal en la industria, no habrá nuevos proyectos al final de esta administración[14].
Política de energías renovables en México
México se ha impuesto el compromiso de generar al menos el 35% de su electricidad a partir de fuentes de energía limpias para 2024, tal y como establece la Ley General de Cambio Climático del país[15]. Actualmente, la generación de electricidad a partir de fuentes de energía limpias representa el 29,5% de la electricidad[15].
La energía eólica es una herramienta clave para que México logre este objetivo, ya que Oaxaca cuenta con algunas de las mejores condiciones de energía eólica del mundo y ha experimentado un desarrollo de energía eólica a gran escala[24]..
La Ley General de Cambio Climático de México aprobada en 2012 es un motor clave en los esfuerzos del país para lograr un cambio gradual de la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles a fuentes de energía renovables[17]. El incremento de la generación de energía eólica y solar desde la reforma energética de 2013-2014 del expresidente Nieto ha sido significativo, con Enel ofertando lo que entonces era un precio récord mundial por la energía renovable en 2017[17].
Sin embargo, México está considerando ahora reformas energéticas que podrían revertir estos avances[17]. La modificación constitucional propuesta también perjudicaría la competitividad mexicana y el crecimiento económico, y crearía una mayor fricción en la relación de México con EE. UU. y Canadá[17].
La mayoría del financiamiento de los proyectos de energías renovables en México corre a cargo de bancos del Estado, como Nacional Financiera, el Banobras y el Banco Nacional de Comercio Exterior (BANCOMEXT)[18].
Bajo los escenarios Business As Usual (BAU) y Accelerated Renewable Energy (ARE), la generación de energía limpia alcanza 27% y 30.2%, respectivamente, para 2024[19]. Para alcanzar su objetivo del 35% de energías limpias y promover la adopción de recursos renovables, México necesita tomar medidas como aumentar las inversiones en proyectos de energías renovables y mejorar el acceso a la financiación de estos proyectos[18][19].
Incentivos a la energía eólica en México
La energía eólica es una herramienta clave para México en la consecución de este objetivo, ya que Oaxaca cuenta con algunas de las mejores condiciones de energía eólica del mundo y ha experimentado un desarrollo de la energía eólica a gran escala.
México ha puesto en marcha una serie de incentivos para promover la inversión en energías renovables, como la posibilidad de que los proyectos opten por la depreciación acelerada de sus activos a efectos fiscales[21]. Además, los bancos estatales ofrecen financiación para proyectos de energías renovables[21]. Los proyectos solares pueden optar a incentivos fiscales y beneficiarse del Mercado de Carbono en México[22]. Los proyectos de energía eólica también se han desarrollado en México, y se ofrecen becas para cursar masters en energía eólica[23]. El Proyecto Eólico Oaxaca IV es un ejemplo de proyecto eólico que busca garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna[23].
Fuentes: Gestión experta global para atracción de inversiones en la industria de ERNC, INERE, Global Wind Report
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