La asociación entre el fabricante español de automóviles SEAT y la compañía de servicios de agua Aqualia ha llevado a la producción de un nuevo biocombustible resultado de convertir aguas residuales que reduce las emisiones de CO2 en un 80% en comparación con los vehículos que usan gasolina.
Los beneficios de este combustible sostenible son múltiples: además de reducir las emisiones de CO2 en un 80% en comparación con los vehículos que usan gasolina, reutiliza un recurso cada vez más escaso como el agua, y proporciona energías alternativas para luchar contra los episodios de la contaminación severa que imponen restricciones de tráfico en ciudades como Madrid y París.
El nuevo e innovador biocombustible es resultado de la conversión de aguas residuales en biometano a través de un proceso de decantación física en tanque separa el agua del lodo, que después se convierte en gas tras un tratamiento de fermentación. Tras un proceso de purificación y enriquecimiento, el biogás está preparado para usarse en forma de combustible, explica Seat en un comunicado.
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