La energía solar es un recurso renovable obtenido mediante la radiación electromagnética (luz, calor y rayos ultravioleta) que proviene del Sol. El aprovechamiento de este recurso puede hacerse de dos maneras: energía solar fotovoltaica, que consiste en convertir la luz solar en energía y energía solar concentrada (termosolar) donde se utiliza la radiación solar para proporcionar agua caliente.
En México la energía solar fotovoltaica es la fuente utilizada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) así como por productores para generar una parte de la energía eléctrica.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener) el 99.4% de la generación distribuida proviene de sistemas fotovoltaicos. Al cierre del 2020, México registró más de 4,000 MW instalados de energía solar, un crecimiento de más del 30% anual desde 2019. El Sistema de Atención a Solicitudes de Interconexión y Conexión (SIASIC) del CENACE, la potencia pico a interconectarse en este año 2021 será más prometedora, con el ingreso de 2,384 MW. Cinco estados con mayor capacidad instalada son Jalisco (157.94 MW), Nuevo León (115.58 MW), Estado de México (85.64 MW), Ciudad de México (69.83 MW) y Chihuahua (63.76 MW).
México ha registrado un fuerte aumento en la generación de energía solar desde las reformas energéticas del expresidente Nieto en 2013-2014, y el país alcanzó el 5º puesto en 2021 al generar 10.000 MW de capacidad solar a partir de sistemas recién instalados.
La producción de energía solar fotovoltaica comenzó en México en 1990, con sólo 1 GWh (gigavatio-hora) producido ese año. Sin embargo, para 2021, la producción de energía solar había alcanzado la impresionante cifra de 12,437 GWh, lo que representa un notable incremento de más del 12,000% en comparación con la producción inicial en 1990
Los datos muestran que la producción de energía solar en México comenzó a ganar impulso a mediados de la década de 2010, con un salto significativo de 31 GWh en 2010 a 239 GWh en 2015. Esto puede atribuirse a los esfuerzos del gobierno para promover el desarrollo de las energías renovables en el país. Estos esfuerzos se intensificaron aún más en 2015, cuando México se convirtió en signatario del Acuerdo de París, comprometiéndose a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, el aumento más significativo en la producción de energía solar se produjo en los últimos cinco años. De 2015 a 2021, la producción de energía solar en México aumentó un asombroso 5,100%, de 239 GWh a 12,437 GWh. Este crecimiento puede atribuirse a varios factores, incluida la creciente disponibilidad de tecnología de energía solar, la disminución de los costos de las instalaciones fotovoltaicas solares y el compromiso del gobierno con el desarrollo de energías renovables.
En general, los datos muestran un cambio significativo hacia las energías renovables en México, con la producción de energía solar a la cabeza. El país ha logrado avances impresionantes en el aumento de la producción de energía solar en las últimas tres décadas, y parece que esta tendencia va a continuar.